Banorte apuesta por el auge del ‘nearshoring’ o deslocalización de empresas, considerándolo una oportunidad «extraordinaria», especialmente para el norte de México. Carlos Hank González, presidente del banco, confía en que este fenómeno generará una migración hacia el norte desde los estados del sur, creando una demanda de hipotecas y préstamos para pequeñas empresas. Banorte estima que la deslocalización generará 168,000 millones de dólares en nuevas exportaciones en los próximos cinco años, equivalente al 6.2% de las exportaciones no petroleras de México en 2022. Sin embargo, destaca la necesidad de mejorar la infraestructura pública, ofrecer incentivos a la inversión e integrar regiones en la cadena de suministro. La inversión extranjera ya se evidencia con anuncios como el de Tesla, que construirá una nueva planta, y BMW, que invertirá 800 millones de euros en su planta de San Luis Potosí.

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